Hoy me apetecía contaros como vivimos la llegada de un bebé a casa teniendo un perro, y sí que es verdad que no todos los animales son iguales, pero cada uno sabe como es su mascota y eso ayudará a adaptarlo de una forma u otra, en nuestro caso fue tan fácil... él nos lo puso fácil, sin contar que lo hiciéramos bien o no en ese momento.
Cuando llegamos a casa lo que hicimos fue poner al bebé protegido pero a su altura (aún no sabíamos si se iba a tirar a él en plan " es una galleta" o no) , si es verdad que la primera reacción fue querer echarse encima, pero tras olerlo y dejar que lo reconociera se fue calmando, solo hubo que advertirle un par de veces y entendió que era otro más, desde entonces siempre tuvo cuidado.
Es posible que esté loca, o no, pero pienso que los ha conocido desde que estuve embarazada y sabía quienes eran, de hecho los ha protegido siempre y lo sigue haciendo.
La etapa del gateo también fue muy fácil porque veíamos como al pasar por al lado del bebé se apartaba para no tocarlo, pienso que sería por protegerlo también.
Quizás esta forma de convivir con animales y bebés no la compartamos todos pero en mi caso nos fue bien, en mi casa niños y animales se llevan bien.
Y ante virus, enfermedades y demás soy de las que opinan que con higiene, controlar parásitos y vacunas al día no hay riesgos que nos deban preocupar, si que pueden ser transmisores de ciertas enfermedades pero sigo pensando que no tiene porque ocurrir si mantenemos al animal sano.
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Es posible que ante la llegada de un bebé a casa algunos padres se puedan preguntar como hacerlo con el animal, simplemente deberíamos valorar y tener en cuenta como está en casa para que note el menor cambio posible, un ejemplo podría ser si el perro duerme en una habitación que no queremos que esté cuando llegue el bebé, haremos lo posible por cambiarlo de lugar antes de su llegada, y así debería ser con ciertas cosas que deseáramos cambiar, para que no sienta que lo han quitado de su lugar, creo que la relación del animal con el bebé depende de como lo gestionemos desde un principio sin cambios ni desprecios ante el nuevo habitante, que es lo que el bebé será para él.
Es cierto que podemos tener ciertas precauciones, sobre todo por higiene hacia el bebé en los primeros meses de vida, pero pienso que si una mascota está desparasitada y vacunada, en este aspecto deberíamos despreocuparnos y mas adelante, como cuando empieza el gateo simplemente con mantener la higiene y por precaución mantener los útiles de la mascota lejos del bebé sería suficiente.
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Está claro que un animal trasmite enfermedades, cuando las tiene, y pienso que un animal que siempre hemos tenido sano no tiene porqué ser un peligro para la salud de un niño.
De la misma forma ante el comportamiento (me suelo cuestionar lo de las razas peligrosas), si conocemos el carácter de nuestro y sabemos gestionarlo el perro no tiene porqué ocasionar peligros, al igual que un gato o cualquier otro.
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