martes, 16 de abril de 2019

Malas experiencias con la carta de alérgenos

Este fin de semana pasado pude ver realmente una de las partes malas de las alergias alimentarias, así que después de darle vueltas me siento con la necesidad de contarlo y exponer mi visión, como madre de una niña con alergias alimentarias, las cuales hasta ahora no habían tenido tantas trabas como el pasado domingo en cuestión de unas pocas horas.

Empezaré contando que el primer lugar donde nos pasó nos encontrábamos en un local donde se celebran cumpleaños infantiles; al llegar y ver el menú de los niños le pregunté al responsable del local, si podría ser tan amable en confirmarme si lo que iba a comer la niña podía contener trazas de frutos secos, no solo no lo miró, si no que con cara de sorpresa su contestación fue esta, "mujer, como va a llevar frutos secos la pizza", pues si, señor, muchos alimentos impensables, tienen trazas de frutos secos, y a mi hija le hacen daño, y aunque este post no lo quiero vincular con los alimentos cruzados ni las trazas, a eso se refería mi pregunta, y en otro hablaré sobre ellos.

A decir verdad, no vi ningún tipo de cartel en cuanto a alérgenos, aunque supongo y quiero pensar, lo tendrán, pero saber un poquito sobre ello, para nada. Si destaco su aportación, diciéndome que el sándwich de nocilla y la tarta no la podría tomar, hasta ahí llegué (véase mi ironía).
Evidentemente, no la dejamos comer la pizza, ni la tarta, si que le pusieron un sándwich con fiambre, y me dieron alternativa, que ante todo me quedo con eso, aunque tampoco me fié mucho por el pan de molde.

Tras la fiesta decidimos comer con unos amigos en un restaurante, el proceso siempre es el mismo cuando comemos fuera de casa, mirar la carta y ver que puede comer Sofia, después sabiendo que hay algo en la carta que no la ponga en riesgo, nos sentamos a la mesa todos.
En este caso si había en la carta un apartado donde decía "consulte alérgenos con el personal"
pues aquí entro yo, le pregunto a la chica que empezó a servirnos si podía decirme si los nuggets ( de esta manera consigo que Roberto también coma y salimos del paso) tenían algún tipo de trazas, y bueno, su cara de sorpresa y duda lo dijo todo...igual me vaciló con la risita baja como diciendo, ¿los Nuggets frutos secos? aun así fue a cocina a preguntar, pues mas de lo mismo, nadie sabia decirme, quizás no vendrían ni etiquetados... al final decidí pedirle una pechuga de pollo empanada, podía haber empezado por ahí, pero cada madre sabe lo que se lleva entre manos, porque en mi caso, tener un niño que no come de nada también complica las comidas fuera de casa, en este restaurante si ofrecían un cartelito de alérgenos por el cual no tenían ni idea, ni sabían dar la información necesaria ante el comensal o esa fue mi impresión.

Según normativa, todos los establecimientos deben tener visible la información correspondiente y detallada sobre los alérgenos de obligada declaración , entre ellos los frutos de cascara, y aunque los empleados no están obligados a tener formación sobre el tema, si que tienen por obligación facilitar información al consumidor.

Ante esta situación me vi impotente, quizás porque era la primera vez que me pasaba, quizás porque no supe como reaccionar ante la falta de información y sobre todo la falta de empatia; uno por ofrecer cierta información que no supieron aclararme y que para mi hija es tan importante, y otro por reírse de algo tan importante como es saber que le voy a dar a mi hija.

En cuanto a mi visión sobre el tema, y poniéndome en el lugar de restaurantes o donde hay alimentos cocinados en general, entiendo que es difícil estar concienciados sobre lo que conlleva todo el tema alérgenos, lo entiendo ya que si en mi propia cocina cuesta no cruzar alimentos, no quiero imaginar en cocinas donde se prepara tanta variedad de comidas, pero si simplemente pido información ¿por qué no saben darla? es más ¿por qué algo tan serio tuvo tanta gracia? lo fácil seria que una persona con alergias no comiera fuera de casa, como me han llegado a decir, pero si hay ciertas normas e información detallada ¿por qué no se cumple?.

También he de decir que hemos estado en locales donde se han desvivido por asegurarme lo que contenía cada alimento, locales infantiles donde de ellos ha salido el poner un cuchillo a parte para cortar la tarta de Sofía, y caerme una lagrima ante tal detalle (que no es un detalle, es su obligación, pero bueno), donde me han metido en cocinas para que yo misma leyera los etiquetados (esto parece una chorrada, pero para mi hay una gran diferencia) hoteles donde he tenido un cocinero a nuestra entera disposición, y lo reconozco, pero cuando me ha tocado la parte mala, también debo contarlo.

Las alergias alimentarias no son un juego, no vale el "por un poquito no pasa nada", no vale que pongas carteles si no vas a saber dar la correspondiente información; con esto, para nada quiero culpar a los establecimientos, pero seria muy grato contar con personal formado en alergias alimentarias, y lo más importante, personal con empatía.

Buenas noches y besitos sin trazas!!!