Posición de litotomía

La naturaleza no estaba prevista para que la mujer pariera acostada, antes las mujeres parían en cuclillas, de pie, o con la posición que mejor favoreciera las contracciones y tener menos dolor, los partos los llevaban ellas mismas según sintieran, conociendo su cuerpo y sabiendo que hacer en cada momento del parto.

¿Por qué entonces hoy parimos acostadas?
Yo diría que todo viene en cuestión de patriarcado, un cambio cultural que surgió del rey Luis XIV que tenia el gusto de presenciar los partos de su esposa, ordenándole que diera a luz acostada para ver más cómodo el parto, lo que llevó a que los médicos estuvieran en una posición mas cómoda para trabajar, haciendo que las parteras perdieran su lugar en el parto.

A raíz de aquello se empezaron a utilizar fórceps y demás instrumentos obstétricos para evitar complicaciones que iban surgiendo, cuando una mujer se tumba para parir el canal del parto se hace curvo por la posición que adopta la pelvis,  con lo que el bebé tiene la salida inclinada hacia arriba, lo que hace mas difícil el paso, por gravedad el bebé queda recostado sobre vasos sanguíneos de la madre, disminuyendo el oxigeno que llega a él, esta posición tampoco favorece sobre el periné lo que puede llevar a episiotomías innecesarias o desgarros en el momento del parto.

Los inconvenientes de parir en litotomía son varios, entre ellos la dificultad que el bebé tiene para pasar el canal del parto, mas riesgo de sufrimiento fetal, episiotomías innecesarias, perjudicando el periné ,aumenta el dolor ya que privar el movimiento hace mas difícil el trabajo de parto.

Mis abuelas, y posiblemente las tuyas también han parido en casa, se llamaba a la comadrona cercana, se calentaban toallas y en la misma cama se paria; todo esto me lo contaban mis abuelas y a mi me parecía brutal, me provocaba miedo y a la vez pensaba en la valentía de ellas, pero así se paria, entonces pocos hospitales habría supongo, solo hablando con ellas llegue a entender y diferenciar alguno de los partos que me contaron, y la diferencia entre los que fueron en casa y los que no, ya no por estar en casa, también por la libertad de movimiento que tenían, la fluidez con la que fueron unos y otros. 
Entonces me pregunto por qué todavía hoy se nos acuesta en una cama, monitorizadas sin casi movernos, si acaso sujetándonos los pies, interviniendo cada vez más.