sábado, 2 de junio de 2018

Lo que no me contaron de la maternidad

Cuando me quedé embarazada de mi hijo y después de mi hija,me sentí la mujer más feliz del planeta,una mujer con super poderes,la que podía traer vida al mundo,la que podía gestar amor, por un momento quise gritar y saltar de alegría;luego vinieron las dudas, a que todo fuera bien,a que el bebé que gestaba estuviera bien,a las nauseas,al parto y una larga lista; digo dudas porque en ningún momento sentí miedo, en mi entorno el parto ha sido algo normal,mis abuelas,mi madre,y mi circulo de mujeres en general siempre me lo hicieron ver como algo natural,algo positivo, hoy pienso que quizás todos esos miedos que arrastramos vienen de algún lugar.
Si nos damos cuenta solo tenemos miedo hasta el parto,y después ¿que pasa?,yo sentía que todo eran dudas hasta el parto,que ahí se acababa todo, pero estaba equivocada, el parto es un proceso fisiológico,natural,para el que todas estamos preparadas.

Tras el parto me encuentro con un bebe en casa,y que verdad es que viene sin instrucciones,ahora si que vienen las dudas,ahora necesita ser abrigado,contenido y alimentado;hasta ahí bien,después me encuentro con niños que van creciendo y a la par que crecen van teniendo necesidades que yo me debo encargar de cubrir,porque en realidad,con lo único que me he encontrado son dos niños a los que siento la necesidad de hacer feliz.


Para mi tener un bebé en casa ha sido tarea fácil,las malas noches quedaron atrás pero ahora necesitan otras cosas,pequeños detalles que cubriéndolos de la forma adecuada hace niños felices;me contaron que no dormiría por las noches,que mi cuerpo ya no seria el mismo y ni siquiera tendría tiempo para darme una ducha de cinco minutos,pero nunca me contaron que el tenerlos compensaría todo eso,que valoraría más que estuvieran sanos que dormir del tirón doce horas,y que cuando están malos me duele tanto como a ellos,que daría amor sin esperar nada a cambio,por que nace de mi darles todo lo que tengo y me darían la mayor felicidad y que una sonrisa en esas caritas me ayudaría a pasar los malos momentos.

Me creí tanto lo de las malas noches que iba a pasar,que hoy siento que han pasado volando,que hace ya bastante de esa etapa que ya no vuelve y ahora la echo de menos,han crecido,ya no demandan con llanto,ahora hablan y saben que tienen ellos mismos,así que disfrutemos cada momento con ellos,hasta las "malas" noches;por que todo pasa,y sin darme casi cuenta ya no son bebés,ahora son niños creciendo y cada vez más rápido y con otras necesidades,no me contaron que lo más importante es disfrutar de ellos cada día,cada minuto con ellos y por ellos.
La maternidad no es fácil, pero es bonita

No hay comentarios:

Publicar un comentario